El pasado jueves, día 29 de enero de 2009 asistí por 1ª vez a un pleno de un
Ayuntamiento, con la ilusión de ver como se gestiona y dirige un pueblo.
¡Que Cachondeo! Esa fue mi impresión durante todo el pleno.
¡Que Cachondeo! la forma de debatir y aprobar todos los puntos.
En la persona el alcalde Juan Borrego solo encontré prepotencia en su gesto y un discurso dictatorial, junto con todos sus concejales y sus nuevos amigos los “
tránsfugas”.
Las mentiras, la chulería, la falta de respeto y los insultos, eran constantes. Cualquier argumento contra el equipo de gobierno suponía el inmediato desalojo del pleno.
Esto un Pueblo, no debería permitirlo.
En un momento dado el pleno se convirtió en una tómbola:
¡Donde no se respondía, a la de una!, ¡¡Donde no se explicaba, a la de dos!!, ¡¡¡Y donde se quita el derecho de información, a la de tres!!!
Sr. BORREGO no haga honor a su apellido y sea más persona.
Por parte de la oposición, el Sr. Barahona, al menos estuvo en su sitio. Su pelea se centraba en una contra reloj para poder leer, exponer y rebatir los puntos del orden del día. Casi se ahoga…
El pasado del Ayuntamiento pudo ser oscuro, pero en la actualidad sigue sin ver la luz por la falta de tacto que tiene el grupo de gobierno del Ayuntamiento de Villalbilla para con su pueblo.
Os explicaré como funciona una “reunioncilla” de estas en las que el Equipo de Gobierno se junta para poder justificar sus sueldos.
Las preguntas del Pueblo no constan en Acta, pero para poder tener una respuesta en el Pleno del Ayuntamiento, sí que hay que registrarla. Las respuestas que te dan son sin derecho a réplica y no quedan registradas en ningún lugar, son palabras que se lleva el viento, o la corriente… Así donde dije digo, digo Diego.
Menos mal que le puse un buen titulo a esta carta.
Soy un humilde trabajador, y se me escapan muchos temas referentes a los problemas que puede tener un pueblo, como la línea de autobús (360.000 €), la compra de 54 m2 en una parcela por 35.000 €, las compras con presupuestos elevados sin aprobarlas en los plenos, la falta de pago de la factura del gasoil y, sobre todo, el que las partidas del presupuesto para el 2.009 sean más bajas que en 2008, cuando el número de vecinos ha aumentado y por ende los gastos de servicios. Parece imposible que ese dinero llegue para todo. Menos mal que el Sr. Borrego en su día cedió para fines benéficos, 7.000€ anuales (
deducibles en Hacienda) de los 72.000€ que gana.
Pero lo que bien termina, buen sabor de boca deja, y el que sabe manipular, así lo hace. El orden del día se cierra con la solicitud de una vecina para que se arregle la calle dónde vive y por supuesto, el alcalde se muestra muy dispuesto, servicial, solidario y se llena de gloria, y ¡con el bombo y el platillo tenemos una clausura estupenda del pleno!.
En cuanto a lo que a mí me interesaba, la defensa de mi puesto de trabajo y el de otras 99 personas mas, vinculado a la fábrica de ARLITA,
Esther Ruiz, concejal tránsfuga, cuando toma la palabra, ante la pregunta formulada por el Pueblo sobre la situación “real” de la fábrica, lo único que hace para salir al paso es contar la misma historia, superficial, corrupta y carente de informaciones contrastadas y verificadas… por
la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, por ejemplo.
Se olvidan completamente del centenar de personas que llevan 30 años trabajando y viviendo en su mismo Término Municipal, y que ahora, por capricho suyo, se quedan en la calle.
Y cuando todo el mundo se calla, todo está en silencio, sabes que los intereses políticos son más fuertes que unos cuantos “curritos” sin trabajo.
La falta de interés por una información cierta, nos lleva a una perdida valiosa de tiempo y valores, porque es inútil explicar a alguien que no quiere escuchar que los trabajadores de
ARLITA están todos sanos, que viven aquí, que han sido padres y madres de unos niños sanos y preciosos.
Y tenlo claro, si tú no luchas por ti, nadie lo hará, y nadie se acordará de quien eres.